Uno de cada 10 bebés crece con el cráneo irregular por mala postura

El miedo al síndrome de la muerte súbita del lactante, y su relación con el hecho de que muchos bebés dormían boca abajo, propagó hace más de 20 años el mensaje de que las familias evitaran colocar al niño en esa postura: lo mejor, dijeron los pediatras estadounidenses, es que los recién nacidos duerman boca arriba o de costado. De aquel mensaje, acatado en todo el planeta, surgió una alteración colateral que va en aumento: uno de cada 10 bebés españoles crece con el cráneo oblícuo, aplastado en el costado favorito del niño a la hora de dormir, y claramente antiestético porque pierde su redondez simétrica.

La deformidad, que en ocasiones es muy evidente, debe corregirse en el primer año de vida, cuando el cráneo del bebé aún es moldeable. Esa rectificación se consigue obligando al niño a dormir en posturas que presionen la zona del cráneo que empezaba a abombarse, o colocándole un casco ortopédico, especialmente diseñado para frenar la malformación y facilitar que el cráneo reinicie un crecimiento esférico. Ambas medidas son incruentas, eficaces e indoloras, pero resultan inútiles si se aplican pasados los 18 meses de vida, cuando el cráneo ha dejado de ser cartilaginoso y dúctil.

POCOS SERVICIOS / Muy pocos pediatras españoles conocen el fenómeno o saben detectarlo en sus inicios y apenas existen pautas médicas para corregir la deformidad, que debe empezar a tratarse cuando el bebé tiene tres o cuatro meses. En Catalunya solo existen dos servicios de neurocirujanos pediátricos iniciados en la plagiocefalia del bebé --ese es el término médico de la deformación--, y es muy frecuente que, si los padres notan que una de las orejas del niño está más próxima a la cara que la otra, o que toda su cabecita está adquiriendo forma de paralelepípedo, el pediatra intente disuadirlos y convencerlos de que todo va bien.

«Nuestro pediatra restó importancia al problema hasta pasado el cuarto mes de vida de mi hija --dice Laura, madre de una niña que está corrigiendo su asimetría craneal--. Yo veía que su cabeza estaba plana en un lado y crecía con forma ahuevada. Temía que aquello fuera irreversible». Cambió de médico.

El nuevo pediatra le explicó que, en efecto, el cráneo de su hija crecía deformado. «Es un problema muy frecuente y que va en aumento porque se sigue poniendo a dormir boca arriba a los niños --afirma Ramon Navarro, neurocirujano del Hospital del Mar de Barcelona--. Los padres que lo detectan tienen que actuar rápidamente. Si no se corrige bien, la plagiocefalia puede causar estrabismo o mala oclusión de la dentadura, en especial si las dos orejas no quedan alineadas».

DEBATE SOBRE EL COSTE / A medida que se difunde la existencia de esos cascos correctores del cráneo, aumenta la controversia sobre quién debe financiarlos: si la sanidad pública o las familias. Los fabricantes están lanzando múltiples modelos --dinámicos, pasivos, acolchados, decorados-- y la gama de precios ya oscila entre los 1.500 y los 5.000 euros. El Servei Català de la Salut financia parte del coste a las familias que presentan el informe de un neurocirujano que así lo solicita. Ahora estudia si conviene extender o acotar dicha financiación.

«El problema es que la plagiocefalia afecta a muchísimos niños y, a medida que los pediatras lo detecten, la demanda de cascos aumentará», advierte el doctor Navarro. De hecho, afirma el neurocirujano, casi todos los niños tienen el cráneo más o menos deformado en los primeros meses de vida. «Lo grave es que los pediatras no tengan información sobre esto, y que no existan unas pautas generales sobre lo que deben hacer», añade Laura. En una minoría de ocasiones, la deformidad se inicia en el útero, cuando la cabeza del feto choca con la pelvis de su madre.

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A Rubén se le aplanó levemente de un lado la parte derecha de mamar en la misma posición por las noches, menos mal que me lo dijeron en seguida y le cambié de posición y también le animaba a que no estuviera en la hamaca con la cabeza pegada en el respaldo ofreciéndole juguetes y poniéndole un poco más vertical y no tan tumbado. Además de todos los problemas que como veis causa, fijáos el negociazo con los cascos, que a más de una mamá que conozco la pregunté y de 800 eurazos para arriba y de financiado nada, de su propio bolsillo, qué susto.
Gracias por la información, Rosa.
Un beso.

Con lo nerviosa que es Alba durmiendo, jamas se le deformaria, de hecho, la tiene super redondita y esque dormida, da unos golpes en la cuna cada vez que se mueve....y es continuamente asique...

A ver si los inventores de los cascos metieron mas miedo con lo de la muerte subita para aumentar las ventas...