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Yo he parido en el calor de mi hogar, respetada, querida, cuidada y tratada de la mejor manera que una mujer puede desear. Y leo este texto y no puedo por menos que extremecerme de la cabeza a los pies, te sientes... así que no puedo imaginar lo que siente una mujer que ha pasado solo por alguna de estas cosas que expresa, más aún por varias o todas
En el texto que nos acercas Marián hay palabras que tienen hierro:

El trabajo de parto es de la mujer con su cuerpo… si alguien interfiere en esa conversación la mujer se queda muda y su cuerpo se queda sordo.

Y esto no puedo por menos que recalcarlo:

El parto duele a algunas, no a todas, las hay que experimentan placer e incluso orgasmos, el dolor de las contracciones se va inmediatamente para ser reemplazado por sentimientos de sabiduría, empatia, calidez, madurez y mucho amor.

El dolor que le queda a la madre que ha sido invadida, controlada, medida y redirigida, permanece.
La pérdida de la experiencia que su cuerpo le prometía y nunca llegó… es para siempre.
Los sentimientos que afloran son de incomprensión por lo sucedido, inseguridad, dudas de si lo ocurrido fue cierto y de su responsabilidad en lo sucedido, rabia y pérdida.

Marián, gracias por ponernos este llamamiento a que cesen las barbaridades que se cometen, porque chicas, nada más lejos de alarmar porque sí, sino ¡¡BASTA YA DE QUE SE COMETAN ESTOS ATENTADOS A LA MUJER Y SUS BEBES!!

Gracias Ana Belén, cuando colgué el artículo pensé en tí. Sabía que te iba a impactar.
La verdad es que es un artículo muy bueno. Lo he recibido por mail, nos lo envían de la formación como parte del aprendizaje. La mujer que escribe es doula, ya he leido algunos cuantos y todos muy buenos. Ya os iré poniendo más. Gracias a gente como ella el mundo es un poquito mejor y que menos que difundir su mensaje