¿que hago con los denominados cólicos del lactante?

por **luna06** Vie Feb 19, 2010 1:00 pm

Los padres se preguntan el por qué de los llantos inconsolables y una de las primeras explicaciones que suelen encontrar en libros y manuales o en boca de los expertos (médicos, familiares, conocidos) es que su hijo está sufriendo cólicos, los famosos cólicos del lactante.

Realmente, este tipo de llantos son un misterio y existe mucha controversia en cuanto a la causa que los producen, atribuyéndose a causas fisiológicas como los gases, el reflujo gastrointestinal, la intolerancia a la lactosa, a la sobrealimentación; o a causas emocionales como la sobreexcitación, un nacimiento estresante, un desequilibrio hormonal o, incluso, disfunciones emocionales referidas al vínculo con la madre. Algunos autores incluso niegan su existencia como tal, alegando que la sociedad occidental es la única que los padece.

Estos episodios de llanto incontrolable, sin causa aparente, que duran entre media hora y tres horas, agravándose a partir de la tarde-noche, en los que el bebé tensa toda su musculatura, arqueándose, pueden amargar la existencia a una familia durante tres, cuatro y hasta cinco meses. Sean o no cólicos, los padres tienen un problema.

Y es en busca de una solución que muchos padres acuden a las consultas de distintos médicos, especialistas, homeópatas, osteópatas, quiroprácticos, a los masajes, a las infusiones o a los medicamentos carminativos… prueban todo sin resultado, pues el bebé lejos de calmarse sigue llorando. A lo más, notan una ligera mejoría. Los padres de bebés a los que les sucede esto recurren a veces a lo que los psicólogos denominan “comportamiento supersticioso”. Si los padres hacen algo diferente y el bebé llora menos al día siguiente, entonces atribuyen esta disminución del llanto a su comportamiento. Hasta que un día como por arte de magia dejan de tener “sus horas malas”.

Cómo lo viven los padres

Generalmente, los efectos de los cólicos los viven más intensamente las madres puesto que son ellas las que disfrutan de la baja maternal y, por lo tanto, pasan más horas al día con el recién nacido, además, si han optado por la lactancia materna son ellas las que disponen de la principal herramienta de consuelo (el pecho).

A los padres, les hace sufrir el dolor de sus hijos, el no saber qué les pasa y verlos tan vulnerables. Además, el llanto es terrible y altera los nervios del más calmo. Los cólicos son algo que temer. Están ahí, diarios, estresantes.

A todo esto se le une el aislamiento social que producen a los padres, puesto que durante una temporada sienten que no pueden salir a pasear ni a comprar ni de visita tranquilos porque no saben cuándo explotará el bebé.

La solución a los cólicos está por llegar pero mientras tanto no llega, ahí van unos consejos para conservar nuestra salud y velar por la del bebé:

Antes del cólico

- Reducir las fuentes de estrés durante el día (luces brillantes, ruidos fuertes).
- Procurar que duerma más, buscando espacios y momentos tranquilos. Las siestas son vitales para no llegar agotado al final del día.
- Contacto físico y piel con piel antes del cólico (una vez ha empezado, poco podremos hacer). Mecerlo, llevarlo en bandolera o fular, bañarse juntos… les suele relajar.
- Cubrir las necesidades del bebé con rapidez, evitando frustraciones.

Durante el cólico

- Atender siempre al bebé. No dejarle llorar solo. Acompañarle, sostenerle y contenerle.
- Intentar no estar sola en los momentos que suele tener cólicos (4 manos son mejor que dos en estas situaciones).
- Intentar relajarse.
- Llorar con él si fuera el caso.
- Hablarle de sus sentimientos (los del bebé y los de la madre o padre).
- Si rechaza el contacto físico, acariciarle y decirle que está seguro con usted.

ABRAZOS