PAÑOS, ENVOLTURAS Y COMPRESAS

PAÑOS, ENVOLTURAS Y COMPRESAS

Las aplicaciones de mayor tamaño se llaman paños y las más pequeñas, compresas. Aquellas que cubren una gran parte del cuerpo reciben el nombre de envolturas.
La historia de los paños es antigua. Se piensa que los trogloditas ya se beneficiaban del efecto del agua fría sobre las contusiones. Otro ejemplo de este uso se encuentra en el reino animal.

Recomendación
Los paños están especialmente indicados para los niños pequeños ya que estimulan las capacidades autocurativas endógenas y contribuyen al buen desarrollo del sistema inmunológico infantil.

Así actúan los paños
Se suele distinguir entre paños fríos, templados y calientes. Todos ellos actúan sobre la circulación sanguínea. En ese sentido, los paños húmedos tienen un efecto más intenso que los secos, ya que aumentan la conductibilidad de la piel.
Aparte de las aplicaciones sin productos adicionales (por ejemplo, los paños para las pantorrillas), existe toda una serie de paños que contienen sustancias vegetales. Puede tratarse de una infusión, de una tintura o de una disolución oleosa, por ejemplo, aceite de lavanda. También se utilizan semillas, harina o polvos mezclados con agua para formar una cataplasma. Las compresas con pomada son igualmente habituales. A veces se emplean partes enteras de plantas, por ejemplo, compresas de col.
Los paños con este tipo de sustancias aportan un efecto de frío o calor y ejercen al mismo tiempo una acción específica gracias a los principios activos que contienen.

Cómo colocar un paño
Para cada aplicación se necesita un paño interior y exterior, así como un paño o un calcetín de lana. El más grande es el que está en contacto con la región del cuerpo que se va a tratar. Los materiales absorbentes y naturales, como el lino o algodón, son los más indicados.
Empapar el paño interior con agua caliente o fría, o con el producto correspondiente, escurrirlo o frotarlo con dicho producto.
Colocar con firmeza el paño húmedo sobre la parte del cuerpo que se desee tratar, pero sin apretarlo demasiado.
Envolver el paño húmedo con uno seco y cubrirlo con otro de lana o, en el caso de paños para las pantorrillas, con un calcetín de lana.
La duración del tratamiento depende del tipo de paño aplicado y de la edad o constitución del paciente.

Mamis, os recuerdo este post, acordándome de los paños de pantorrillas cuando aquí atrás me preguntaba Angela sobre la fiebre y se me había pasado mirarlo y me estoy fijando que no debisteis verlo y complementa.
Besitos

que buena info, gracias.