Lactancia: un regalo invaluable

Hace unas décadas no existían las fórmulas para alimentar a los recién nacidos. La regla era la lactancia, porque las mujeres no tenían otra cosa más que hacer que quedarse en casa al cuidado de los pequeños. Los tiempos han cambiado y “dar pecho” es un privilegio que no todos los bebés pueden darse.

Muchas madres quizá no saben que innumerables estudios científicos han demostrado los beneficios de la lactancia materna para el bebé. Esto no solo en sus primeros años, sino que se reflejan en su desarrollo intelectual y físico por el resto de su existencia.

Tales investigaciones son tan aceptadas por la comunidad científica, que la misma Organización Mundial de la Salud las cita en su espacio dedicado a la Semana de la lactancia Materna de su sitio web.

Pero hablando de la gripe H1N1, la doctora Nancy Figueroa, pediatra neonatóloga y coordinadora del comité de lactancia del Hospital 1.º de Mayo, dice que la madre transmite a su bebé las defensas o anticuerpos a través de la leche materna, eso incluye los de todas las gripes que la han afectado en su vida.

La lactancia reduce, en gran medida, las infecciones respiratorias en los bebés, por eso los especialistas recomiendan hoy más que nunca que los recién nacidos tengan acceso a la leche materna.

Incluso las madres que han sido infectadas con el virus de la influenza A pueden seguir lactando, asegura la doctora Figueroa.

De esta forma, el bebé puede recibir los anticuerpos contra la enfermedad y no tiene peligro de infectarse. “Aunque la mamá estuviera recibiendo antivirales contra la influenza A, se aconseja que el bebé siga tomando la leche materna”, dice la pediatra.

Esto es importante saberlo en época de pandemia, porque la lactancia puede salvar la vida de muchos bebés.

Pero aparte de eso, darle leche materna a un recién nacido le proporciona nutrientes que no se pueden obtener de otra forma. Según la doctora Figueroa, “la leche materna transporta unos aminoácidos esenciales que ayudan al desarrollo completo del sistema nervioso central”.

Además, aporta anticuerpos que protegen el tracto digestivo y unas células llamadas macrófagos que combaten los microbios.

Si todas las defensas del cuerpo de la mamá se pasan al del bebé, éste permanece protegido. Eso sí, solo mientras esté lactando; por eso entre más tiempo lo hagas, mucho mejor para ambos.

La mujer también resulta beneficiada por la lactancia materna. Lo primero que hace es ayudar a contraer el útero para sacar la sangre y los residuos del parto.

Esto contribuye a que el útero vuelva a su tamaño normal y por tanto que esa pancita posparto se vaya lo más rápido posible.

Las ventajas también son a largo plazo. Debido a los procesos hormonales que se ven involucrados en la lactancia, se sabe que protege a la mujer contra el cáncer de seno y de ovario, explica la doctora Figueroa.

La sensación placentera y rica en afectividad que implica la lactancia beneficia a madre e hijo. Además del acercamiento físico, en el momento se segregan hormonas vinculadas con la felicidad y el bienestar.

Aunque el parto haya sido por cesárea no hay por qué negarle a tu bebé los beneficios de la leche materna. Lo mismo si es un parto vaginal, desde que lo tengas en tus brazos coloca al pequeño en la posición adecuada y por instinto él o ella succionará. Ambos estarán aprovechando un regalo invaluable de la naturaleza.

(Escrito por Laura Molina de La Prensa Gráfica de El Salvador)


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Creo que le estoy dando el mejor regalo a mi hija Alba tras darle la vida, pero mas me regala a mi ella cuando bebe de mi, cuando me ve al llegar del trabajo y se le iluminan los ojitos y me da tirones del sujetador abriendo la boca y a su vez, puedo regalarles a mis hijos mayores tomar de mi leche ahora, cuando a su hermana le sobra, ya que de bebes no supe hacerlo.

Gracias Rosa!

No me canso, es lo mejor de lo mejor. Rubén este invierno va requetesobrao, si nunca se me ha puesto malo, no digamos con el calostro que está tomando Unai y del que se está beneficiando, como un torito bravo